UN RESPIRO

                    ¿UN RESPIRO ?

Desde la antigüedad, casi todas las culturas conocieron el arte de la respiración para lograr profundos efectos en la mente y en el cuerpo.
Bien sea para aliviar dolores crónicos, como estrategia frente a la ansiedad, el estrés o para remontar una depresión.
Hay quienes la recomiendan como camino a la iluminación espiritual. Bien, bien…., ahora sin pretensiones tan ambiciosas, veamos nuestro día a día.
Si respiramos unas 22.000 veces cada día como media, ¿cuántas son respiraciones conscientes?. Muy pocas, generalmente cuando hay alguna exigencia fisiológica: prisas, ansiedad, emociones,…
Si, si, las emociones modifican nuestra respiración, y a la inversa.

Vamos a empezar poniendo directamente manos a la obra:
Si te es posible hazte con un globo normal y corriente, de los de las fiestas infantiles, y sin pensarlo mucho, suelta el aire que llevas en los pulmones de una sola exhalación. Sin añadirle otra bocanada de aire, cierra el globo y, si te parece bien, haz una foto para registrar su volumen.
Guarda otro globo para otro momento. Lo necesitaremos para completar esta espirometría de andar por casa.


Mientras lees estas líneas siéntate cómodamente. Descansa las manos sobre tu abdomen y espira profundamente, hasta el final. Tómate un respiro a tu ritmo, y …
¿qué pasa con el volumen de tu abdomen?.
Otra vez espira profundamente y date cuenta qué pasa cuando inhalas y qué pasa cuando exhalas.

¿Has sentido que …?:

a) Has movido los hombros arriba y abajo

b) Al inhalar el abdomen se contrae hacia adentro

c) Al exhalar el abdomen se suelta y regresa a su estado normal

d) Te sientes mareado

e) No ha habido cambio alguno en el abdomen

En cualquiera de estos casos, estamos respirando incorrectamente, pero tranquil@, como la mayoría de las personas que no sabemos respirar profundamente para oxigenarnos. Nos preocupamos mucho de comer de forma sana y equilibrada. También de beber suficiente agua cada día pero, ¿qué importancia le damos a cómo respiramos?. Podríamos pasar muchas horas sin comer ni beber, sin embargo ¿cuánto puedes aguantar sin respirar?
En fin, ¿qué hacemos para una adecuada oxigenación celular?

Solo hay que encontrar un momento para tomarse un respiro. El mismo que muchos saben encontrar para fumarse un cigarro. Y puede ser frente a un semáforo, esperando al ascensor, en la cola del mercado, conversando con alguien, etc. Con simples ejercicios de respiración descargamos la ansiedad, el estrés, ampliamos los límites de la mente y damos rienda suelta a la creatividad. Lo único preciso es tenerlo claro y ponerse manos a la obra. Eso es todo. Con cada pequeño momento para un@ mism@ podremos actualizar la tranquilidad de vivir en paz.
¿Qué si produce efectos secundarios? Respirar bien nos proporciona sonreír más y preocuparse menos. NUTRIR la vida.
SALUD Y CALIDAD DE VIDA, …casi nada.

Además la respiración siempre está con uno mismo.
Si enfocamos nuestra respiración con curiosidad sembramos un ritmo de vida más pleno y con significados más firmes y estables.
Incluso inconscientemente, cuando estamos durmiendo, nuestra respiración es garantía de un descanso reparador, de una adecuada restauración a nivel celular. Y tú, ¿cómo duermes? Porque sin el descanso adecuado nos levantamos cansados, y probablemente de mal humor.

 
Ilustración de Mª. José Aoiz
EVITAR DORMIR BOCA ABAJO porque FORZAMOS LA ESPALDA, TORCEMOS EL CUELLO, RESPIRAMOS PEOR con los pulmones presionados y HACEMOS TRABAJAR MÁS AL CORAZÓN
Respirar profunda y rítmicamente proporciona beneficios
Tomarse un respiro así es una competencia básica que desarrollar siempre y que está presente aquí, en el tiempo que estamos dedicando a leer estas líneas.

Hay 3 tipos básicos de respiración
Baja o abdominal, media o intercostal o torácica y alta o clavicular. La respiración completa integra las tres en una y se produce con el total llenado de los pulmones.
Hay que comenzar por una inspiración lenta recorriendo las tres fases: primero, vaciar bien los pulmones con una profunda espiración. Luego, llenar los pulmones con el descenso del diafragma (abdominal) para dilatar las costillas y que entre todo el aire que pueda (costal). Por último, levantar un poco las clavículas, no los hombros. (clavicular).
Lo mejor es experimentarlas, y tomar conciencia de cual predomina en nuestro funcionamiento cotidiano.
La atención al practicar debe estar en el aquí – ahora. Tanto la espiración como la inspiración serán silenciosas, lentas, continuas y cómodas.
Prueba varias veces a lo largo de una semana, sin prisa y sin esperar nada especial. Al cabo de un tiempo y en función de tu práctica, vuelve a hinchar un globo como al principio para valorar si hay alguna diferencia. Normalmente así vamos a ampliar nuestra capacidad respiratoria: el globo ganará volumen con el aire que soltamos en una sola bocanada.
Por supuesto la ropa que llevamos determina nuestra forma de respirar: solo tenemos que pensar en corpiños, zapatos incómodos o ropa muy ajustada que comprime nuestra silueta. Es uno de los muchos factores psicosociales que nos van moldeando como individuos. En ese proceso de adaptación confluyen todas las variables de relación con el entorno.

Ilustración del autor
Cada colección requiere presentarse con un movimiento concreto que ilustra y realza su diseño: una forma de estar el mundo, una postura ante la sociedad. Por ejemplo, pueden oscilar desde la mujer objeto a la mujer más atrevida y lanzada, con sus correspondientes ritmos y maneras de caminar, de pararse o de mirar.
En definitiva, su presencia y forma de respirar.
Y exactamente igual para las colecciones masculinas.
Ahora mismo, ¿te comprime lo que llevas puesto?
En cualquier caso no te preocupes: ya está comercializándose la ropa inteligente, que revolucionará el mundo de la moda, poniendo todo manga por hombro.

De momento recuerda:

PEQUEÑA PAUSA = GRAN BENEFICIO
                                                              

        Seguiremos informando

                                                                                                            José Javier Pedrosa

Deporte y Mindfulness

Y tú, ¿cómo entrenas?

Taller de 3 sesiones prácticas dirigido a todos aquellos que quieran darse un impulso integrando la atención plena en su práctica deportiva

Lugar: sala 3 Club Wellness

Así comienza el libro que publicó Rafa Nadal sobre “su historia”.

“…en un partido de tenis, la batalla más encarnizada que libro es con las voces que resuenan dentro de mi cabeza: quieres silenciarlo todo dentro de la mente, eliminarlo todo menos la competición, quieres concentrar cada átomo de tu ser en el punto que estás jugando. Si he cometido un error en el punto anterior, lo olvido; si se insinúa en el fondo de mi cabeza la idea de la victoria, la reprimo.” 

                                                                                                             Rafael Nadal

El OBJETIVO es desarrollar una “concentración relajada” y lograr resultados óptimos. Ese estado de flujo implica atención plena, mindfulness, en lo que hacemos, experimentando el AQUÍ – AHORA con verdadero espíritu deportivo

Entrenar la mente para reducir el estrés, mejorar la capacidad de respuesta e incluso para modular diferentes estados de conciencia regulando emociones

JON KABAT-ZINN: “Mindfulness para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad” – Conferencia en la UCM (26 abril 2016) — Mindfulness en Palabras

JON KABAT-ZINN: “Mindfulness para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad” – Conferencia en la UCM (26 abril 2016) — Mindfulness en Palabras

A través del canal de Youtube de Nirakara Mindfulness Institute compartimos con vosotros este extraordinaria conferencia de Jon Kabat-Zinn, creador del Programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness (MBSR), con el cual se inició la implantación en Occidente del Mindfulness.

Jon Kabat-Zinn es profesor emérito de medicina. Kabat-Zinn recibió su doctorado (Ph.D) en biología […]

Un tiempo para uno mismo, pura medicina

 

Cuando un niño está jugando a su gusto el tiempo pierde toda importancia, su presencia está absolutamente entregada al momento y es capaz de la mayor creatividad con el menor esfuerzo. Como quien ve llover, así de tranquilamente. Es el estado de fluidez que se ha demostrado más eficiente y económico en cualquier tarea que desarrollamos, y que brilla por su ausencia en el trabajo entendido como obligación. ¿Estamos mirando la hora de acabar la jornada y salir por la puerta a vivir nuestra verdadera vida? 

Las interferencias en esos momentos, en lugar de robarnos tiempo, pasan a funcionar como elementos, incluso útiles, que aportan su función en la resolución de algún problema o conflicto.

Recuerdo como buen ejemplo de esto la escena de la película Amadeus en la que el joven Mozart recibe una gran bronca de su suegra y cómo ella –enorme- se le echa encima empequeñeciéndolo, sentado frente a una mesa y una vela. En lugar de sentirse desesperado por la situación económica y la precariedad con la que vive su familia, bloqueando todo su trabajo de músico, la escena nos muestra cómo su percepción transforma magistralmente los gritos y aspavientos de la casera en el aria de la Reina de la noche, perla exquisita de su ópera La Flauta Mágica. Sencillamente genial, ¿no es así?
Nosotros no vamos a alcanzar el nivel y virtuosísimo de un personaje tan único como fue Mozart, desde luego, pero todos somos capaces de transformar nuestra percepción y nuestra realidad siendo creativos, resolviendo conflictos con mayor facilidad de la que nos parece.
Hay minutos que parecen horas y hay días que pasan tan rápido que se nos hacen cortos, habiendo dado mucho juego, llegando a sacar adelante gran cantidad de tareas.
En nuestra infancia disponemos de esa capacidad al alcance de la mano y hay quien tiene la fortuna de dedicarse a algo que le apasiona y disfruta con ello casi toda su vida. Lamentablemente, la mayoría de nosotros descuidamos esas capacidades y, para llegar a un buen desempeño en un trabajo o actividad extralaboral, tenemos que entrenarnos a fondo para que nuestros  recursos converjan sin esfuerzo aquí y ahora. Todo gesto o movimiento bien entrenado será más eficaz y económico, siempre que, como reza el dicho popular, se esté en lo que se celebra.
Una vez superada la fase inicial, que nos requiere cierta preparación y disciplina, todo se produce sin esfuerzo, sin llegar a explotar todas nuestras capacidades. Sin ruido emocional y con una concentración natural, profunda, que rinde a la persona totalmente disponible. Curiosamente, uno no se fatiga tanto, incluso se regenera con la tarea, y las exigencias se cubren mejor.
“El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo”
Gregorio Marañón 
La característica del estado de flujo es olvidarse de uno mismo, alejado de reflexión y de preocupaciones. Se está haciendo algo por el gusto de hacerlo, sin que importe demasiado el resultado y lo que digan los demás.
M. Csikszentmihalyi es un psicólogo de la universidad de Chicago que lleva 20 años recogiendo y estudiando momentos cumbre de eficacia en multitud de personas. Y su conclusión es directa, “por encima de cualquier otra cosa, lo que los pintores quieren es pintar. Si el artista que se halla frente al lienzo comienza a preguntarse a cuánto venderá la obra o lo que los críticos pensarán de ella, será incapaz de abrir nuevos caminos. La obra creativa exige una entrega sin condiciones”
¿Hacemos lo que nos gusta?
¿En qué grado conseguimos que nos guste lo que hacemos?
Es importante considerar que un elevado nivel de exigencia nos pone en la tesitura de dar lo mejor de nosotros mismos, variable con la que los departamentos de recursos humanos en las empresas juegan sin piedad. Muchos trabajadores están desempeñando las funciones de dos o de más personas, quemándose literalmente en su puesto. Se pasa de rosca la maquinaría y la persona se rompe por algún sitio: espalda, dolores de cuello, cefaleas, ansiedad, trastornos gastrointestinales, despersonalización de la tarea, depresiones y toda la sintomatología derivada del estrés laboral.
La atención consciente previene multitud de riesgos en general, además de proporcionar calidad en el resultado final sin llegar a las enfermedades de la excelencia, tan cacareada por el management desde hace tiempo. Pero los efectos de la atención integrada en la vida cotidiana… ¡Eso es cosa nuestra!
Alcanzar buenos resultados nos exige tener mucha paciencia para llegar a conseguir el “no-hacer-nada”. Afortunadamente, cada día hay más receptividad hacia este tipo de planteamientos, en los que el denominador común ya no es el perfil de quien busca el éxito y el reconocimiento a toda costa.
Para mí, es “El lujo de ir despacio”, que va desde comer tranquilamente a practicar Tai Chi, respirando profundamente al pasear, o charlar al ritmo del viajero que va sin prisas. Se trata de encontrar ese tiempo para uno mismo y resetear la mente, parar para reiniciarse.
En cualquier caso, se trata de una aptitud clave, un driver estratégico en nuestro sistema operativo que se nos hace más necesario que nunca. Cada uno encontrará su fórmula a la medida, aquella que le funcione mejor y se adapte a sus necesidades y posibilidades. Hay que ir probando, equivocarse y ajustar las medidas.
Sin embargo, no somos monjes retirados del mundo y sufrimos las presiones en las que nos metemos. Encontrar un equilibrio saludable en medio de la vorágine es casi misión imposible.
Hoy, nos enfrentamos con nuevos factores de riesgo psicosocial, especialmente con las nuevas tecnologías, que nos sirven en bandeja la multitarea. Y la dispersión está garantizada.
Entre adolescentes se da un cierto síndrome de abstinencia si no hay conexión a la red o vemos adultos sometidos a la consulta compulsiva del correo electrónico, mensajes o chats.
A veces, será conveniente un ayuno informativo, tomar distancia del mundo digital y volver a centrar la atención en lo simple, en la respiración, mejor aún si es en contacto directo con la naturaleza.
Un tiempo para uno mismo: pura medicina para muchos de nosotros en este siglo XXI. Es lo que planteamos desde hace 24 ediciones en uno de los balnearios  más antiguos de Europa.
(*) Un artículo de José Javier Pedrosa, especialista en salud psicosocial y director de L’Astragal. 

Dolor de espalda y emociones

El dolor de espalda es uno de los más comunes, y las emociones pueden ser el origen de estos dolores

Reproducida de 20 MINUTOS.ES  Versión resumida por Juan Pundik

Para la doctora María Isabel Heraso, jefa de servicio de la Unidad del Dolor del Hospital San Francisco de Asís de Madrid, las emociones son el principal origen de los problemas de espalda. Para la especialista, autora de Vivir bien sin dolor de espalda, se puede hablar de un ‘triángulo del dolor’ en el que intervienen las alteraciones del ánimo (desánimo, animosidad), la mente (pensamientos tóxicos: ansiedad, miedo o estrés) y físicas (dolor y enfermedad) que lleva a una combinación física y emocional.

¿Cómo actuar cuando el dolor comienza? La doctora Heraso señala los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando el dolor de espalda empieza a hacer acto de presencia en nuestras vidas: Aunque sea un dolor leve o una pequeña lumbalgia no hay que dejarlo pasar: si no se solucionan las causas que lo han motivado el dolor seguirá presentándose y probablemente empeorará. Entender el dolor como una llamada de atención ante posibles problemas: el cuerpo emplea un lenguaje no verbal para avisarnos de que algo no va bien en nuestras vidas, apunta la doctora.

El estrés en la vida personal y laboral y los desajustes emocionales pasan factura, apunta la doctora. Heraso recomienda acudir en un principio a un fisioterapeuta o a un osteópata antes que acudir a la consulta de un traumatólogo o un neurocirujano. Realizar ejercicio físico: aunque no todo el mundo puede hacer natación, uno de los deportes más beneficiosos para la espalda, sí existen ejercicios que nos pueden ayudar.

Resistirse a la operación. Según señala la doctora, una vez que se pasa por la operación se puede generar fibrosis postquirúrgica por la cicatrización interior y aparecer un nuevo tipo de dolor. Y nada de paracetamol Cuando se presenta una lumbalgia común aguda son muchos quienes echan mano de los analgésicos. Ahora, un estudio que publica The Lancet acaba de mostrar que ante el dolor de espalda el paracetamol tiene la misma eficacia que un placebo.

Según un equipo de investigadores del Instituto George para la Salud Global de la Universidad de Sídney, el paracetamol es eficaz para “otros estados de dolor” pero no en las molestias lumbares, la primera causa de invalidez en el mundo. “Estos resultados sugieren que el paracetamol no influye para nada en el tiempo de restablecimiento de una lumbalgia común aguda”, asegura el autor principal del artículo, el doctor Christopher Williams.

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ADIOS AL ESTRES POSTURAL

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