El virus de la prisa

El virus de la prisa es una epidemia mundial. ¿Tienes un buen antivirus?
Cada cual necesita uno a su medida para que se adapte a las necesidades que se le presenten. El objetivo es diseñar nuestra nueva relación con el tiempo: de calidad.

Algunas sugerencias:

Iremos mejor, por ejemplo, si nos levantamos con margen para desayunar a nuestro gusto y mirar con tranquilidad el día que hay por delante.
Igual que si lo recogemos con un momento para uno mismo, teniendo algún gesto que nos agrade para dar perspectiva al día que termina.

En nuestra actividad cotidiana, trata de centrarte en una sola cosa, evitando hacer varias a la vez. Eso supone no hacer ninguna bien.

Las nuevas tecnologías nos ponen en bandeja la multitarea, garantizando la dispersión.
Desde pequeños estamos sometidos a una hiperactividad que hace que nos perdamos muchas cosas importantes de la vida.     
El teléfono (cada día con más aplicaciones) nos tiene permanentemente conectados, por lo que sería muy conveniente descansar y dejarlo de lado de vez en cuando: especialmente cuando estamos con la pareja, la familia, los amigos….
Como un ayuno tecnológico. También el reloj, que no es preciso llevar siempre encima sometidos a un control exhaustivo.

Vivimos un verdadero culto a la velocidad, que prioriza lo urgente sobre lo importante.

Y eso se nos transmite en la publicidad, como en el argumento de venta de un coche que te permite quedarte 5 minutos más en la cama porque es más rápido, o viajar a altas velocidades sin saborear el paisaje, con toda la magia del desplazamiento.
Con frecuencia nuestra agenda nos tiraniza, cuando podemos modificarla y darle flexibilidad para tener algo más de tiempo: es mejor programarla como si se tratase de una prenda que puede encoger, disponiendo de un margen de maniobra entre las diferentes tareas.
Practicar el dolce far niente, llegando a sentirse turista en tu propia localidad. Así, ¿no?
Pero sobre todo, R-E-S-P-I-R-A-R profundamente. La gran asignatura pendiente en general. Solo con este punto ya tenemos trabajo para toda la vida. Experiméntala, como quien hace pruebas en su laboratorio particular. Verás efectos muy prácticos.
También comer sin prisas, uno de los grandes placeres de la vida. Y es pura salud, ¿no crees?. La comida rápida a veces nos soluciona un aprieto, pero no va bien tomarla como costumbre.

Aprecia el silencio donde se te presente: al principio igual parece extraño buscarlo en este mundo tan ruidoso, pero podemos atesorarlo para cuando necesitamos un descanso en medio del ajetreo cotidiano. Es recomendable el del amanecer y del atardecer.

Si nos esforzamos podremos ser capaces de modular nuestros ritmos para sintonizar con los de los demás, especialmente con los de los niños. Y sacar un rato para JUGAR.
 Frente a tantos medios de comunicación, la compañía activa y silenciosa es un bálsamo para las casi todas las personas. Por ejemplo, mirando y escuchando crepitar el fuego.
O dejándose llevar por el baile del mar.
Los factores psicosociales que nos envuelven presentan nuevos riesgos que nos hacen pagar la factura de las muchas patologías derivadas del estrés.
Desde L’astragal ofrecemos un nuevo enfoque que nos permite adoptar estrategias de afrontamiento individual para evitar quemarnos en el trabajo y encontrar un tiempo para uno mismo.
Para establecer una nueva relación con nuestro tiempo es preciso parar y tomar cierta perspectiva. Vale la pena el cambio de ritmo.
Es lo que proponemos desde hace casi 20 años con EL LUJO DE IR DESPACIO, saliendo de nuestro entorno habitual a lugares tan adecuados para conseguirlo como el balneario de Panticosa, uno de los más antiguos de Europa. y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Si te apetece escuchar algo más sobre el tema SLOW, aquí tienes un extracto de la entrevista que realizamos hace unos días en el programa VIAJE AL  CENTRO  DE LA NOCHE de Radio Nacional. 

Te esperamos allí, alrededor de la chimenea, en el Pirineo Aragonés, cerca de la frontera con Francia.

Texto e imágenes
 José Javier Pedrosa
www.lastragal20.blogspot.com

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